Se real contigo mismo

Patsy Lambert

Un día, mi esposo Jeff y yo fuimos a un mercadillo y él me compró un anillo. Fui a casa y lo puse en una caja de anillos que venía de Benson's Jewelers.

Se lo mostré a mi familia y les dije que Jeff me lo compró. Pensaron que era hermoso. Uno de ellos dijo "oh, vino de Benson's Jewelers". Al principio no les dije nada diferente. Pensé en cómo eso se relaciona con nuestras vidas. Sabía que el anillo no era real, pero estar en una caja de una joyería lo hacía parecer más caro y real.

¿Cuántas personas dicen que son cristianas y tratan de engañar a la gente yendo a la iglesia y aún así viven como el mundo?

La gente puede dejarse engañar por la apariencia exterior, pero no podemos engañar a Dios. Él sabe si somos reales o falsos como el anillo que compré.

Después de un tiempo, le dije a mi familia que el anillo sólo costaba dos dólares. Era tan bonito que les resultaba difícil creer que no era real.

A veces la gente hace cosas tan buenas que es difícil creer que no sean reales.

El motivo de esta pequeña historia es decir, seamos reales y no pretendamos ser algo que no somos. Dios sabe si somos reales o no.

“Y el Señor le dijo: Ahora vosotros los fariseos limpiáis lo de fuera del vaso y del plato; pero vuestro interior está lleno de rapiña y de maldad”. Lucas 11:39.